domingo, 28 de julio de 2013

En los valles de Arica reinan las verduras y hortalizas

Arica es un lugar donde no llueve y no se caracteriza por tener tierras aptas para la producción de alimento, pero hay dos excepciones: los valles de Azapa y Lluta, que protegidos por cerros son un oasis en el desierto con un clima subtropical que permite el desarrollo de granos (maíz y porotos), verduras (tomates y cebollas), hortalizas (repollo y acelgas), frutas y aceitunas.

Azapa fecunda

Para llegar a este valle, de 40 kilómetros, lo ideal es contratar un taxi e ir parando en las distintas parcelas del lugar.

La zona está flanqueada en ambos costados por cerros que la protegen del viento. Hace calor y los invernaderos a la orilla de la carretera son un microclima para los productores.

Kilómetro 20, un sendero abre paso a una parcela llena de tomates. Nelly, de 11 años, trabaja en la fumigación de las hojas y en el cuidado de que el peso del alimento no dañe la planta.

La pequeña, junto a sus padres, está desde principio de año, dice que estudia y que en su pueblito de La Paz no había trabajo. Su madre, protegida por un sombrero caqui, tiene las manos manchadas por el químico y asegura que le pagan 250.000 pesos chilenos ($us 500).

En el kilómetro 30, Jorge Montes prepara el terreno para la siembra de poroto, asegura que este lugar tiene vida gracias a los bolivianos y que todo lo que se produce va hacia Arica e Iquique.

Lluta, tierra del maíz

Este valle, con algunos sistemas de riego ofrece un espacio para el agricultor boliviano que se destaca en la producción de papa, maíz y hortalizas.

Manuel Pardo, empresario chileno, recorre su campo, mientras observa cómo sus empleados abren los surcos y afirma que esto ‘camina’ gracias a los bolivianos que son el motor de esta industria.

Hernán Maita, de Oruro, lleva 20 años en esta zona. Sus guantes negros y gastados y sus botas con barro son su uniforme oficial con el que todos los días trabaja cuidando el maíz, sorteando la falta de agua, analizando el ataque de las plagas y prometiéndose que este será su último año en Chile

En el campo del norte chileno

Néstor Frías / La Paz
Azapa te da oportunidades
Con cinco años de trabajo, Néstor ya pudo comprar un terreno en Viacha y asegura que el valle, para el que sabe trabajar, es un lugar para ahorrar y crecer.

Antonio Mendoza
Cochabamba
Un clima de la llajta
“Solo extraño a mi hijita. Lo demás es pasable. Te pagan bien, hay buena alimentación y de vez en cuando me escapo a Arica para distraerme”.

Maya Colque / Potosí
El campo es uno solo
Aprovechando su descanso, Maya juega con sus amigos. Corre, se siente libre y alegre y asegura que en su cuarto de madera tiene todo lo que necesita.

Luisa Mamani / Oruro
La rutina aburre
A Luisa le cuesta madrugar y armar el sistema de riego para los repollos. Está desde hace cinco meses, pero asegura que a fin de año vuelve a su pueblo.

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